Comprender

Ocurrió en la presentación de la película “Luces de la Ciudad” (1931). El cómico invitó a Einstein al estreno.  Aparentemente, en el transcurso de la conversación, el físico elogió al cómico de la siguiente manera:
– Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira.
A lo que Chaplin respondió:
– Lo suyo es mucho más digno de respeto; todo el mundo le admira y prácticamente nadie le comprende…

Charles Chaplin y Albert Einstein, en 1931

Un año ya de pandemia y hoy fui al teatro. Con mascarilla, normas de distanciamiento, miradas de desconfianza, sin abrazos, con la mitad del aforo del teatro, un aire de tristeza generalizada,… vamos, que preguntándome si no hubiera sido mejor no salir de mi casa. Pero bueno. Por otra parte mi alma necesita inspiración, agua fresca, calor de mi entorno, sentir algo de oxígeno,… Así que ¡vamos a ello!

Dos actorazos, muchos ensayos, mucha formación, una muy buena técnica, un texto escrito con mucho seso y bien enlazado, una escenografía sencilla (una mesa, dos sillas, dos vasos de agua y una botella), el resto, diseño de luces de fondo, focos puntuales haciendo una sombre perfecta de siluetas de personajes, un ritmo muy bien estructurado de silencios, de tensión dramática, movimientos en el espacio meticulosamente dibujados, vestuario sencillo e indeterminado, a consciencia,… recursos de técnicos de escena, director, vestuario, programador del teatro, utileros, taquilleras, acomodadores, venta de entradas por internet, sistema de reserva de butacas, tarjetas de crédito funcionando, tiempo de comprarlas, desplazarse hasta una sala de teatro, y todo esto… ¿para qué?

Para qué este té de las cinco sentados en medio de un campo mientras pasa un tsunami. Vale que no duelan los muertos de Siria, ni de Honduras, ni los incendios de los bosques de Amazonas, ni los niños esclavos de Uganda, porque están lejos de casa, pero que ni siquiera una pandemia sufrida en propia piel cuestione este castillo de hipocresía y escaparate del mundo… DUELE y MUCHO.

Es el orangután de Mowgli intentando sostener la piedra mientras se está cayendo todo un imperio.

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